Buscando pretextos para escribir

En la búsqueda de un impulso para escribir, me encuentro con una frase que dice "... En un mundo obsesionado con la imagen como testamento de la verdad". El encuentro con esta frase me choca, me confronta con el derecho y costumbre moderna de consumir imagenes, puesto que me pone en la mesa de los acusados por haber puesto "la tele" en la mesa hechiza de la sala. Y aquí estoy en la sala consumiendo imágenes, atrapado entre la trama de una historia interesante y violenta. Mis tacos de huevo con tocino esperan. Entre tanto, pasa el señor del agua, el de los viernes, siempre adusto, como queriendo ser invisible, a fin de cumplir cabalmente con las exigencias laborales que le impone la empresa igual que le impone el uniforme. Cargar y callar. unos ademanes bastaron para enterarse de cuantos botellones de agua debía surtirme. Cargar y callar como habilidades que se cumplen ante las imagenes, como si cargarse de imagenes fuese un imperativo necesario para ser y estar mejor en la vida. Llenarse de sonidos y de imagenes para no ver ni oír a nuestras propias conciencias. La tele a fin de cuentas nos pone lejos de nuestras propias vidas. La vida de otro, de otros, lejos de mi, ellos y yo.