La didáctica posible 1d

DIAGNOSTICO DEL ENTORNO

En la vida de los adolecentes estudiantes de mi entorno están muy presentes los asuntos económicos, de la sexualidad, de la seguridad, con mayor relevancia el ambiente escolar, la cultura y el deterioro ambiental, tales que, se relacionan directamente con lo que aprenden y cómo lo aprenden, de tal manera que, este entorno –constituido como saberes previos-al ser utilizado por los profesores nos daría la posibilidad de resiginificar la realidad de nuestros estudiantes.
La actividades económicas a las que prioritariamente se dedican los padres de familias de los alumnos de mi escuela son el comercio (70%) y la industria (20%) y solo el 2 por ciento se dedica a actividades relacionadas con la agricultura, de los que se mantienen empleo formal, pues Tamaulipas se encuentra entre los 9 estados que tiene mayor desocupación y subocupación a nivel nacional y Tampico ha tenido en años recientes primeros lugares nacionales en desempleo. En la zona el 97 % de las viviendas cuentan con agua, energía eléctrica y drenaje, los servicios públicos en general son adecuados y en ellos se incluye el transporte.
En el estado de Tamaulipas el 65.7 de las adolecentes de 12 años o más que declaran tener vida sexual han estado embarazadas, y parece que este hecho está asociado con la calidad de la información que reciben las mujeres y los hombres adolecentes, aunque en general conocen de métodos anticonceptivos no hacen un uso adecuado de ellos o simplemente no lo toman en cuenta, a pesar de que el gobierno del estado y la SEP a través de la DGETI han implementado programas de orientación al respecto.
En Tamaulipas, en la actualidad el 3% de los adolescentes tuvo daños a la salud por robo, o violencia y de ellos el 31.6 % de las agresiones ocurren en la escuela, el 30.3% en el hogar y 27.2% en la vía pública,

SITUACIONES QUE SE PUEDEN TRABAJAR MEDIANTE UN PROYECTO EN EL MODELO DE RIEMS

La violencia en la escuela, es un problema serio, igual que lo es en el hogar, y sorprendentemente la calle parece ser un lugar más seguro para los adolecentes, por lo tanto es urgente que en la escuela se formulen propuestas para evitar la violencia verbal, simbólica o física entre todos los actores al interior de la institución. Evitar la exclusión y fomentar la inclusión, la pluralidad, la diversidad y la equidad, en los asuntos que pueden parecer más triviales, como el uniforme, las cuotas escolares o de ayuda. Es muy importante dejar de ver a la escuela como un mercado cautivo listo para la depredación, tanto de las autoridades federales como de muchas instituciones como las universidades cuando llevan sus campañas para vender sus servicios educativos, pues ello aunque parece un servicio muy noble, también pudiera estar permeado de violencia simbólica, desde el cautiverio escolar. Muy importante, también considerar que la camisa de fuerza que se establece de facto para que a pesar de toda la irresponsabilidad de algunos estudiantes se le vaya acreditando para mantener bajos índices de reprobación y deserción escolar, lo cual violenta los significados del esfuerzo y del reconocimiento que merecen los estudiantes responsables e interesados en aprender. Este asunto tiene que movernos a repensar la organización de la escuela y los mecanismos de atención a la diversidad sin sacrificar la equidad que merecen los que menos oportunidades tienen de acreditar bajo las reglas del sistema escolar.
La escuelas tienen tiempos suficientes para hacer un re-visión de su función, deben dejar el activismo oficial y merecen independencia responsable de sus misiones y funciones en entornos diversos y cambiantes, dentro de un modelo general de bachillerato deberíamos estar preparados para la diferencia, a favor de los responsables y de los que quieren vivir en mejores condiciones de vida, y con proyectos ciudadanos –no solo escolares- para formar adecuadamente a los adolecentes que están en desventaja.